«En los países de la cuenca mediterránea, desde que somos pequeños, tomamos conciencia del hecho migratorio.
Crecimos amparados en las historias que nos contaban nuestros abuelos, muchos de ellos obligados a emigrar por hambre o por trabajo, por políticas/delirios de grandeza de oxidados dictadores, por el horror de la guerra o simplemente por la búsqueda de un sueño, de un nuevo comienzo. Historias que se repetían a medida que alcanzábamos la adolescencia y que se reflejaban en los ojos desconcertados de aquellas almas en pena, que desembarcaban asustados y ateridos al frío con el que las playas del sur de España, de Canarias, del sur de Italia les recibían.»
Pincha en la siguiente imagen y entra en la web de la exposición Mare Nostrum: Guerra y éxodo en el Mediterráneo que se puede visitar estos días en el museo Pablo Serrano de Zaragoza.